Termina una época y da comienzo otra. Como todos los inicios son complicados y suelen ir precedidos de multitud de opciones y dudas, unas cuantas directrices podrán ser la mejor guía para orientar nuestros estudios de Ingeniería. ¿Qué hacer ahora?
Nos encontramos ante el umbral de una puerta que se nos ha abierto y muestra diferentes opciones. Lo primero es conocerlas todas.
Buscar un puesto de trabajo adecuado a nuestra formación.
Hasta no hace mucho tiempo era la opción por excelencia y la más recurrida de las tres. Hablamos de la oportunidad de un sueldo fijo y pocas complicaciones pero, con la llegada de tormentas económicas, se convierte en una opción poco segura que nos deja en manos de factores externos a nosotros. ¿Qué clase de empresas pueden estar interesadas en tu perfil tras tus estudios en Ingeniería?
En su quehacer destacan actividades de gran relevancia económica como son los sistemas de fabricación y producción industrial, el transporte, la maquinaria la construcción e instalaciones industriales, los dispositivos y sistemas eléctricos, así como las instalaciones térmicas y mecánicas en edificios. Analizan, conocen y diseñan nuevas estructuras con materiales avanzados. Conocen los sistemas de generación, transporte y distribución de energía, siendo conscientes de plantear estrategias eficientes conforme a las exigencias medioambientales. Dominan las técnicas de control automático de procesos industriales de amplio espectro combinadas con la utilización de sistemas electrónicos adecuados a cada caso.
Además, todos los procesos tecnológicos requieren la utilización de técnicas de organización de la producción, logística, dirección de equipos y planificación, tareas para que los graduados en Ingeniería en Tecnologías Industriales podrán plantear soluciones apropiadas. Diseñan también sistemas de calidad, seguridad y control medioambiental de dichas actividades.
Montar nuestra propia empresa.
Dar vida a semejante proyecto puede ser una tarea ardua y a largo plazo. Una opción inestable pero en la cual se basa nuestro sistema. La sociedad está formada por empresas y son estas las que crean riqueza e innovación allá donde están. Los puestos de trabajo dentro del estado sirven para gestionar en gran parte todos esos recursos pero, por supuesto, no crean nada. Una empresa puede ser un sueño o una pesadilla dependiendo de las posibilidades económicas, las necesidades o demanda de la misma, el grupo profesional en el que confiaremos y delegaremos, etc.
Por esto mismo debemos tener muy presente la posibilidad de formarnos de forma específica en aquellos ámbitos en los que pretendamos sumergirnos.
Especializarse.
Una opción en alza y muy recomendable. Tras terminar tus estudios en Ingeniería tienes una gran opción a tu alcance: hacerte con un buen máster en arquitectura y tecnología Big Data. Te abrirá puertas hasta ahora cerradas y te otorgará unos conocimientos que te ayudarán a distanciar tu perfil del resto de competidores.
El Máster en arquitectura y tecnología Big Data se ofrece como respuesta a la necesidad cada vez mayor de profesionales que sean capaces de extraer conocimiento útil de las fuentes de información que apoye los objetivos del negocio. El Máster se dirige tanto a profesionales que tienen la ambición de trabajar como arquitecto Big Data como a aquellos que quieran dar un giro a su carrera profesional hacia el mundo Big Data.
Los arquitectos Big Data se encuentran entre los perfiles más demandados del momento.
Uno de cada dos empresarios toma como criba la especialización y eso reduce mucho las posibilidades de quienes no dispongan de un buen máster en el área en cuestión. Si quieres marcar la diferencia e invertir en tu futuro, puedes conseguir más información en nuestra página.